La zona de
confort, es el conjunto de todos aquellos lugares físicos o psicológicos en los
que nuestra mente se siente aparentemente segura, cómoda y protegida.
Es un concepto
subconsciente que ha sido creado por la humanidad a través de muchos (pero
muchos) años de evolución, y que en tiempos de antaño se sabe que funcionaba a
la perfección.
Sin embargo, en la actualidad se considera un mecanismo natural obsoleto, algo de lo que es
mejor librarnos o al menos superar.
Es algo que
nos detiene de actuar y nos hace sentir cosas como pereza, letargo y dejadez.
Sencillamente cuando procrastinamos (o postergamos en) nuestras tareas, lo que
ocurre es que nos estamos queriendo mantener, dentro de la zona de confort.
Para cada
persona, la zona de confort (ese lugar hipotético) es diferente; cada uno de
nosotros concibe lo que es normal, cómodo y placentero de forma única, por lo
que no todos cuentan con una zona de confort del mismo “tamaño”.
A su vez, es
posible que esa zona de confort disminuya o aumente su capacidad, dependiendo
de las cosas que hagamos o dejemos de hacer, y todo, debido a que es nuestra
mente, la que con su Formación Reticular, se vuelve adicta cada vez más a
ciertos caminos neuronales.
Esa adicción,
se puede usar como ventaja, convirtiéndola de algo negativo a algo positivo. Es
decir, volviéndonos adictos a las emociones y sentimientos positivos. De alguna
manera u otra, es fácil concebir, el hecho de que podemos lograr expandir
nuestra zona de confort y con ello contar con grandes ventajas.
Es justo esto
lo que busca conseguir el Desarrollo Personal, el que cada vez más contemos con
capacidades mayores para sentirnos cómodos en nuestra vida.
Aumentar nuestra
zona de confort será entonces: Sentirnos cómodos cada vez más, con tareas
difíciles o actividades complejas, que nos lleven al éxito y al triunfo.
Cuando
realizamos de manera cotidiana una actividad que de alguna manera u otra nos
incomoda (pero que nos permite lograr nuestras metas, o adquirir grandes
triunfos) expandimos nuestra zona de comodidad, y nos volvemos mucho más
habilidosos en dichas actividades.
Sin embargo,
expandir esa zona de comodidad no es tarea sencilla, dado que por momentos
contamos con falta de motivación, carencia de claridad en nuestros sueños (es
decir, nuestro horizonte está nublado) y por si fuera poco, caemos en un gran
conformismo.
Todo esto,
fruto de vivir una vida inconsciente, de tomar decisiones irracionalmente y
casi sin darnos cuenta; y finalmente, por el hecho de que desconocemos que algo
como esto nos afecta y nos perjudica considerablemente.
Cuando
llevamos a la consideración el permitirnos mejorar nuestra zona de confort, y
realizamos actividades que justamente estén acordes a ese deseo, propagamos
nuestras intenciones de triunfar y le brindamos al mundo una razón más para que
nos tenga en cuenta.
Sólo quienes
son tenaces y decididos, logran aumentar su zona de confort y hacerla cada vez
más grande, hasta que incluya los hábitos que les permitirán triunfar
grandemente en la vida.
Y nota que no
estoy hablando de lograr unas cuantas metas u objetivos, sino de un triunfo
rotundo y extraordinario. Es decir, la expansión pertinente de nuestra zona de
confort, nos hará vivir la vida que siempre hemos soñado vivir, y nos
conseguirá triunfos absolutos, independientemente de nuestros sueños actuales.
Es tan
poderoso lograr algo así, que el éxito no se convierte en un deseo, en un sueño
o en un porvenir, sino en un perfecto estilo de vida. ¿Qué podría ser
mejor?
0 comments: