Si Deseas algo, pero
no Crees que es posible o que no te lo Mereces, con toda seguridad no lo
conseguirás. Tú fuerza, consciente e inconsciente es muy débil. Lo repetimos
otra vez: tus frutos (resultados) son producto de tus semillas (creencias).
Para conseguir objetivos se
necesitaba una coherencia entre 4 variables:
1. Deseo (Lo quiero)
2. Convicción (Creo que es posible).
3. Aceptación (Me lo merezco).
4. Compromiso (Lo doy todo).
Las Creencias son un software que se
ejecuta automáticamente, fielmente; como cuando en Word das a la tecla ENTER
del ordenador y salta de línea; es así, porque el programador así lo ha
configurado. Si el programador hubiese establecido que al dar al ENTER
escribiese en rojo, lo haría, pero no es lo que se ha configurado. El ENTER no
juzga si hacer eso (saltar de línea) es bueno o malo, justo o injusto, cierto o
incierto... simplemente reproduce órdenes.
Con nuestro software (Inconsciente =
Creencias) es igual. Lo que se ha instalado allí no juzga si algo es cierto o
no, ni si es bueno o no, ni si es justo o injusto... simplemente ejecuta la
orden establecida rigurosamente. Somos esclavos de nuestras Creencias.
Si tus Creencias son de escasez,
pobres, poco ambiciosas en cualquier ámbito (dinero, empleo, amor...) porque
así te lo han hecho creer... es muy difícil que consigas tus Deseos. Ya hemos
dicho aquí que la falta de resultados es a menudo producto de la falta de
autoestima: no soy capaz, no voy a poder, no me lo merezco, etc... Casi todo el
mundo alcanza resultados acordes a su nivel de expectativas (pero expectativas
inconscientes, no las que manifestamos conscientemente). Para alcanzar metas,
no basta quererlas sino hay que creérselas. Querer no es poder; creer es poder.
En el mundo del circo, con el
adiestramiento de los elefantes, sucede algo parecido. Cuando el animal acaba
de nacer, se le ata la pata a un árbol. Como es demasiado pequeño, intenta
soltarse pero su falta de fuerza se lo impide. Después de varios intentos,
desiste. Ya adulto, en el circo, cuando el domador ata la pata del animal a un
taburete, el elefante permanece quieto y no intenta huir. Si lo hiciese se
llevaría todo por delante, sin embargo, asocia la cuerda a la ausencia de
escapatoria y no se mueve.
Hay gente que trabaja muy duro, se
deja la piel, pero sus resultados son pobres. Si tus deseos (verdaderos) son
unos, y tus resultados son otros, es que probablemente existe un conflicto
entre lo que quieres (conscientemente) y lo que crees (inconscientemente). Y
ahí triunfa este último. Hay Creencias que te empujan para arriba y otras te
tiran para abajo.
Para que te hagas una idea del
impacto de las creencias, muchas veces el desconocimiento de los límites hace
que nuestras posibilidades de alcanzar objetivos se incrementen
considerablemente. Un ejemplo que lo muestra claramente. Ocurrió en Los Andes
con el joven equipo uruguayo de rugby superviviente del accidente aéreo. Uno de
los protagonistas de aquella historia, Gustavo Zerbino, me decía textualmente:
«Nadie sobrevive 24 horas a 40 grados bajo cero y a más de 4.000 metros de
altura con ropa ligera. Nosotros lo hicimos y era porque en la montaña todo era
desconocido para nosotros. Uruguay es un país donde nunca nevó. No teníamos
información previa. Eso fue lo que nos salvó. No éramos consciente de lo que
vivíamos allí y, por tanto, todos los límites se nos quedaron pequeños».
Kazuo Inamori, Fundador de la
empresa de tecnología Kyocerea, afirmaba cierta vez: "Para tener éxito en
algo debemos desearlo de una forma tan intensa que alcance e impregne nuestro
subconsciente".
0 comments: